Las zanahorias aceptan casi todas las técnicas de cocina que se nos ocurran. Lo único que tenemos que tener claro antes de usar un método de cocción u otro es el tipo de receta que vamos a preparar y cuáles son los requisitos que debe cumplir la zanahoria:

Zanahorias al vapor

Una de las formas más saludables de cocinar las zanahorias es la cocción al vapor. La razón la encontramos en que con este sistema no perdemos ningún nutriente de las zanahorias, y sólo necesitaremos:

• Pelar las zanahorias y cortarlas en rodajas finas o bastones
• Colocar los trozos de un colador si no disponemos de vaporera
• Poner agua a hervir en una olla, la suficiente como para que al meter el colador el agua no toque el fondo ni los trozos de zanahoria
• Cuando empiece a hervir, poner el colador con las zanahorias en la olla y tapar durante 10 minutos aproximadamente. Podemos probar a pincharlas para ver si han alcanzado el punto de cocción y podemos sacarlas, o en cambio, dejarlas un poco más.

Cómo preparar zanahorias al microondas

Otra opción rápida y limpia para cocinar las zanahorias. En este caso también se cuecen al vapor, pero no necesitamos más que:

• Pelar y cortar las zanahorias en trozos pequeños
• Colocar los trozos en un recipiente apto para microondas con un poco de agua
• Calentar a máxima potencia durante 7 minutos, aunque a mitad cocción hay que sacarlo y darle la vuelta a los trozos para que se cuezan correctamente.

Cocinar las zanahorias al horno

La opción de cocinar al horno las zanahorias también es posible. Además, podremos cocinarlas enteras o troceadas, la única diferencia será el tiempo de cocción que necesitemos para hacerlas de una manera o de otra:

• Precalentar el horno a 230º con calor superior e inferior
• Pelar las zanahorias y cortarlas (o dejarlas enteras)
• Forrar una fuente de horno con papel vegetal y colocar las zanahorias sobre ella
• Verter un chorrito de aceite y salpimentar las zanahorias. También podemos añadir un chorrito de limón.
• Meter la bandeja con las zanahorias en el horno durante 25 minutos si están en trozos o durante 50 minutos si están enteras y tienen un tamaño considerable.

Cómo cocinar las zanahorias a la plancha

Con este método de cocina conseguiremos una textura más tersa y menos blanda que con el resto. Para cocinar a la plancha las zanahorias debemos:

• Pelar y cortar las zanahorias en rodajas o láminas
• Impregnar los trozos de zanahoria con aceite, mantequilla o vinagre balsámico (al gusto)
• Colocar en la plancha, la sartén o la parrilla a fuego bajo o medio durante 20 minutos e ir girandolos para que se hagan bien por todas partes.

Zanahorias fritas y sabrosas

Si queremos un aperitivo o unas «patatas fritas» diferentes podemos optar por freír las zanahorias. Esta forma es menos sana que las otras, pero también conseguirás un snack más saludable que otros más ricos en grasas:

• Pelar y cortar las zanahorias en bastones
• Colocar una sartén con bastante aceite en el fuego
• Añadir los bastones de zanahoria cuando el aceite esté caliente
• Ir moviendo los trozos de zanahoria para que no se peguen durante 10 minutos aproximadamente
• Sacar de la sartén cuando estén dorados
• Colocarlos sobre un papel absorbente para eliminar el exceso de aceite, salpimentar y ¡listo!

Zanahorias salteadas

Si queremos usar menos aceite, podemos saltear las zanahorias en la sartén. En este caso los pasos que necesitamos son:

• Pelar y escaldar las zanahorias durante 6 minutos en agua hirviendo
• Escurrir y cortar las zanahorias en rodajas
• Calentar una sartén con un chorrito de aceite y saltear las rodajas de zanahoria a fuego medio durante 10 minutos
• Cuando estén doradas, salpimentar y servir.

Seguro que has observado que en los supermercados venden las zanahorias habituales, de diferentes tamaños según la semana o el día ya que varían en función de la cosecha, y otros tipos de zanahorias, más pequeñas a las que se conoce como baby.

Si bien es cierto que el tamaño de las primeras viene dado por la naturaleza, en el caso de las segundas, las denominadas zanahorias babies no son 100% naturales, sino que se trata de aquellas zanahorias de la cosecha que han salido con mal aspecto y que son troceadas y preparadas para darles ese aspecto más pulido y atractivo.

Normalmente, las zanahorias más grandes se emplean para cocinar guisos y sofritos, mientras que las zanahorias babies se suelen utilizar como guarnición o crudités. A la hora de elegir una clase de zanahoria u otra para cocinar deberemos tener en cuenta el precio de las mismas, el tamaño y la utilidad que necesitamos darle para ver si nos compensa una opción u otra para determinada receta.

Pese a lo que pueda parecer, las zanahorias no tienen por qué ser utilizadas para cocinar sofritos, salteados o guisos, ni tampoco tienen por qué comerse crudas. Existe una amplia variedad de recetas que podemos hacer con las zanahorias, como por ejemplo rellenarlas, al igual que hacemos las berenjenas rellenas, los calabacines o la calabaza.

Hacer zanahorias rellenas

En este caso, sí que necesitamos una zanahorias de bastante tamaño, ya que sino la tarea de rellenarlas se puede complicar. Necesitamos que admita en su interior una combinación de diversos ingredientes:

• Lavar las zanahorias y marcarlas con un surco suave alrededor
• Meter las zanahorias en una olla con agua caliente y taparlas hasta que queden en su punto
• Escurrirlas y dejar que se enfríen para después dejarlas huecas por dentro con cuidado
• Mezclar queso gruyere rallado, crema de leche batida, queso crema natural, ciboulette, salpimentar y meterlo en la nevera
• Rellenar con cuidado las zanahorias ahuecadas con el relleno de la nevera.