¿A quién no le gusta la pizza? Es un alimento que hace las delicias de casi todo el mundo, aunque quizás por eso mismo, está incluida dentro de los alimentos estigmatizados como comida basura, sin embargo como todo, su valor nutritivo realmente depende de la calidad de los ingredientes utilizados para hacerla.
En general, podemos decir que una pizza casera es un alimento sano y que no tiene demasiadas calorías, además puede hacerse con tantas variantes y combinaciones que es también una manera de aprovechar los alimentos que nos van quedando dispersos por la nevera. Pero la clave de una buena pizza está siempre en su masa.
Si quieres aprendes a cocinar desde cero, deberás saber que es fundamental utilizar ingredientes de buena calidad es fundamental para hacer una buena masa de pizza.
Ingredientes para la masa de pizza
Estos son los ingredientes que deberás utilizar para hacer tu propia masa de pizza casera.
- 1 Kg. de harina de gran fuerza
- 10 gr. de levadura fresca en pastillas
- 30 gr. de aceite de oliva
- 10 gr. de sal
- 600 cl. de agua fría
Pasos para la elaboración de la masa de pizza
Ahora que ya sabes los ingredientes, es momento de empezar a cocinar una pizza casera más saludable y saber, en primer lugar, cómo hacer la masa de pizza paso a paso:
- En un bol lo suficientemente hondo echamos la harina, es preferible que esté fría, hacemos un agujero en el centro, dejando una forma como de volcán.
- Picamos un poco los 10 gramos de la levadura fresca, y le echamos un poco del agua que tenemos separada para hacer la masa, revolvemos con un tenedor hasta que la levadura esté disuelta. La echamos en el hueco del volcán que hemos hecho y añadimos el agua en varias veces.
- Esta masa quedará crujiente por fuera y esponjosa por dentro, pero si eres de los fanáticos de la masa de pizza muy fina y crujiente, puedes probar a prescindir de la levadura.
- Vamos mezclando poco a poco. Utilizamos harina de gran fuerza porque adsorbe muchas más agua que la harina normal y permite un mayor tiempo de cocinado.
- Añadimos la sal y seguimos amasando hasta que adquiera una textura que nos permita sacarla del bol. Colocamos la masa sobre una superficie limpia y seguimos con el proceso de amasado.
- Una vez que está casi hecha, es cuando le añadimos el aceite de oliva, lo envolvemos en la masa y continuamos amasando. En total, nos llevará unos 15 minutos amasar bien. Pasado ese tiempo, le damos una forma de bola y la colocamos en un recipiente que tapamos con un film de plástico y dejamos repasar una media hora la masa dentro del frigorífico.
- En función del tamaño del que queramos hacer la pizza, cogeremos un trozo de masa, una pizza de unos 30 centímetros requerirá aproximadamente unos 250 gramos de masa, las individuales pequeñitas llevarán entre 100 y 150 gramos. Cortamos la masa en función de las pizzas que queramos hacer y la hacemos en forma de bolas, bien apretadas para que no les quede aire en el interior. Las repartimos en tuppers ligeramente untados con aceite y las dejamos durante 24 horas reposando dentro de la nevera.
- Observaremos que la masa ha subido un poco, extendemos un poco de harina por la mesa y procederemos a estirarla con la mano, hacemos un pequeño borde y con los dedos la vamos estirando de modo homogéneo sobre la mesa. También podemos probar a hacerla bailar entre las manos para eliminarle el sobrante de harina. Después la pasamos a una chapa (hay mallas especiales para hacer pizzas que permiten pasar el calor a la vez que se desaloja la humedad de la masa).
- A la hora de cocerla metemos también en el horno una tarrina cerámica con agua que ayuda a que la masa quede más hidratada. Pondremos el horno a la máxima potencia, si no tiene ventilación colocaremos la masa en la parte inferior, si el horno tiene ventilación la situaremos en el medio.
Como decíamos antes, una pizza puede ser muy saludable si los ingredientes que lleva lo son. Por ello, ahora que ya sabes cómo hacer una masa pizza casera, te recomendamos que conozcas la receta de pizza de espinacas que posee grandes beneficios para la salud.
