tecnicas culinarias para hacer marisco

5 técnicas culinarias para cocinar el marisco

Realmente el marisco es un tipo de alimento muy sabroso de por sí, y no permite demasiadas técnicas culinarias para su preparación. La mayor precaución que debemos tener es conseguir un marisco fresco, o en su caso congelado, pero de buena calidad. Puede constituir un plato por sí mismo, pero por lo general se utiliza a modo de aperitivo o de acompañamiento de otros platos (ensaladas, pescados, etc.)  ya que son alimentos caros y también muy valorados por su sabor.

Las mejores técnicas para cocinar mariscos

Conservar el sabor del marisco es la finalidad que se debe buscar con las técnicas culinarias empleadas para hacerlo. No debemos hacerlo en exceso para que no se reseque sino que debemos estar pendientes de su punto justo.

1. Cocción

La cocción de los mariscos se hace en agua hirviendo. Este es el método de cocinado más frecuentemente usado con los crustáceos. Los expertos recomiendan utilizar agua de mar si es posible para efectuar la cocción. En caso de no disponer de agua de mar se utilizará agua normal a la que se añadirán unos 50 gramos de sal gruesa por litro de agua usado.

Podemos introducir el marisco en el agua o, si lo preferimos, utilizar el vapor que se genera para que se hagan.

Una variante que se emplea en ocasiones es la cocción en caldo de pescado, o en un caldo corto que se compondría de agua, vinagre o vino blanco, sal y las hierbas aromáticas o especias que consideremos más apropiadas para la ocasión, teniendo cuidado de no concederles demasiado protagonismo.

Si vamos a consumirlo inmediatamente lo mejor es dejar que el marisco temple un poco y comerlos así o acompañado de una salsa. Si queremos reservarlo para más tarde podemos sumergirlo en agua helada para que la carne quede prieta y no se reblandezca con el calor residual.

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Os dejamos los tiempos aproximados de cocción de algunos mariscos:

  • Percebe: 5 minutos
  • Langostino: entre 3 y 5 minutos
  • Gamba: 1 minuto
  • Cigala: entre 3 y 5 minutos
  • Caracolillos: 2 minutos
  • Nécoras: entre 8 y 10 minutos
  • Centollo: aproximadamente 20 minutos
  • Buey de mar: aproximadamente 20 minutos


  • Langosta: aproximadamente 25 minutos
  • Bogavante: aproximadamente 25 minutos

2. A la parrilla

Se emplea carbón vegetal para generar las brasas y se colocan las piezas encima. Esta técnica se usa especialmente para los mariscos más grandes o los que tienen cola como las cigalas, los bogavantes, las langostas o los langostinos.

Es bastante común hacer las cigalas, las langostas y los bogavantes abiertos a la mitad de manera longitudinal. Para ello previamente hay que introducirlos en agua hirviendo durante unos 20 segundos. La finalidad es que se compacten los jugos interiores del marisco y no se pierdan al abrirse. Así mismo, se retirará el intestino de las piezas.

Se sazonan con sal y se rocían ligeramente con una mezcla de aceite de oliva y zumo de limón o vino blanco.

Todo sobre cocinar a la parrilla

3. A la plancha

Al igual que en la parrilla las piezas grandes como el bogavante o la langosta deben abrirse a la mitad de manera longitudinal. Se sazonan también con sal y se rocían con aceite de oliva. Las piezas más grandes pueden terminar de hacerse en el horno. Pueden acompañarse de salsas como mayonesa, vinagreta, salsa rosa, de yogur etc.

Cocinar a la plancha es así de fácil

4. Salteados

Los langostinos, las gambas o las cigalas, por ejemplo, pueden pelarse y posteriormente saltearse en aceite de oliva o mantequilla. Después se les añade la sal y un poco de pimienta al gusto.

En qué consiste saltear

5. Fritos

Especialmente los langostinos y las gambas pelados y descabezados pueden rebozarse en una tempura y freírlos en aceite bien caliente. Un ejemplo son las llamadas gambas a la gabardina.

Cómo freír

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