Saltear alimentos es una de las técnicas culinarias más conocidas y populares por todo el mundo. Se trata de un método que nos permite disfrutar de ingredientes cocinados con poco aceite y que mezcla los sabores de los alimentos que salteemos.

Para poder realizar un buen salteado y optar por una cocina más sana lo mejor es que se evite usar mucho aceite. Así, conseguirás darle un sabor más "grill" y evitar aumentar el aporte calórico en tu plato. A continuación vamos a descubrirte en qué consiste un salteado y, también, te daremos algunos buenos consejos para tus recetas.

¿Cómo saltear alimentos?

Se trata de cocinar los alimentos en una sartén aderezada con un poco de aceite. Lo recomendable es que se use una sartén amplia para que, así, se puedan combinar diferentes ingredientes. Esto hará que se consiga un plato sabroso y sorprendente.

Aunque sea una técnica que usamos frecuentemente en nuestras cocinas, tienes que saber que el salteado procede de la cocina oriental. Para ello, usan el "wok", un tipo de sartén más honda y ancha de las que normalmente usamos en nuestras cocinas.

Estas sartenes permiten que los ingredientes puedan moverse y "saltearse" mejor sin que terminen cayéndose. Pero si no tienes wok, igualmente podrás disfrutar de un buen salteado en casa, ¡no es imprescindible!

Consejos para realizar un buen salteado

Para realizar esta técnica correctamente es recomendable que sigas una serie de consejos:

• Fuego medio: si quieres disfrutar de un buen salteado se recomienda que cocines los ingredientes a una temperatura media. De lo contrario, podrían quemarse y estropear el sabor de todo el plato.
• Trozos pequeños: a diferencia de los guisos o platos más elaborados, los salteados tienen un tiempo de cocción más corto. Por eso, se recomienda que se corten los ingredientes en pedazos pequeños que puedan cocinarse rápido.
• Orden lógico a tus ingredientes: también es interesante que vayas incorporando los alimentos a la sartén siguiendo el orden de cocción. Por tanto, los que tarden más en hacerse, incorpóralos al principio y los que sean más rápidos, agrégalos al final. Así no se te quemarán y conseguirás un plato perfectamente cocinado.

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