La carne de ave es una de las carnes más consumidas. Pollo o pavo se cuelan en la mayoría de las cestas de la compra; y es que se trata de carnes saludables, con poca grasa y fáciles de incluir en muchas recetas. Ahora bien, no siempre sabemos tratar el producto como se merece. Te mostramos algunos trucos para aprender a cocinar la carne de ave, para que quede jugosa y se cocine siempre de forma uniforme.
Consumir o congelar la carne de ave
Lo primero que debes saber es que la carne de pollo o pavo dura muy poco tiempo fuera del congelador, incluso en el frigorífico. Por lo tanto, o lo consumes o lo congelas. Como toda carne es posible conservarla en el congelador durante aproximadamente 6 meses. No obstante, recuerda siempre que al descongelar la carne deberás hacerlo a temperatura ambiente. Deja a un lado opciones rápidas como el microondas.
Puedes dejar que se descongele lentamente, o bien emplear trucos como el de meter las piezas de carne de ave en una bolsa de cocina sellada y sumergirla en agua.
Además, si sacas la carne de la nevera, no debes meterla directamente en la sartén o la olla. Es recomendable que la dejes unos 15 minutos a temperatura ambiente antes de ponerla al fuego. De esta forma conseguirás que se cocine de forma más uniforme, sin dejar partes más hechas que otras.
Errores a la hora de cocinar esta carne
Uno de los errores más grandes es quitar la piel y los huesos para cocinar determinadas piezas. Al cocinar el pollo o el pavo sin piel ni huesos, perderá más humedad y quedará reseco. Evidentemente si tenemos una pechuga, seguramente estará ya deshuesada y sin piel. Pero si contamos con piezas enteras, mejor cocinarlas con todos sus componentes.
Además, también suele ser común cocinar piezas de diferentes tamaños. Si lo que quieres es que se cocine todo de forma uniforme, lo mejor será que optes por incluir piezas del mismo tamaño. Al cocinarla al mismo tiempo no tendrás que ir sacándolas poco a poco. Si no es posible, mete primero las piezas más pequeñas y deja para el final las más grande.
Errores con la temperatura de cocción
En cuanto a la temperatura para cocinar carne de ave, también hay mucho que decir. Si cocinas la carne a fuego muy alto, harás que se dore por fuera pero que quede cruda por dentro. Lo mejor es ponerlo a fuego medio bajo.
Tienes que cocinar la carne durante el tiempo necesario para poder acabar con las posibles bacterias de la carne. La temperatura interior debe estar como mínimo a unos 75 grados. El pollo con la carne rosada por dentro no es una buena señal para nuestra salud.
Errores del pollo al horno
Pocos platos hay tan deliciosos como el pollo al horno con patatas y cebolla. Cocinar este plato es sencillo, no obstante, también se cometen errores. Por ejemplo, colocar muchas piezas en la bandeja del horno. Si colocas muchas piezas, evitarás que el vapor pueda salir. Como resultado, tendrás un pollo mojado en vez de un pollo dorado. Es mejor que dejes espacio suficiente entre las piezas, incluso que le des la vuelta varias veces para que la carne sude todo lo que tenga que sudar y suelte todos sus jugos.
No sirvas la carne de ave nada más cocinarla
Otro truco interesante es el de no servir la carne nada más hacerla. Es mejor dejarla en el recipiente, apartado ya del fuego, aproximadamente unos 10 minutos. El motivo es muy sencillo; si haces esto, los jugos de la carne se mezclarán y te quedarán piezas mucho más tiernas y jugosas.
