caramelizar definicion

Caramelizar

Existen muchas recetas que, para conseguir un toque diferente y delicioso, se opta por introducir una técnica de cocina concreta. Este es el caso de la caramelización de alimentos, un proceso muy sencillo de llevar a cabo y gracias al cual se obtienen sabores muy particulares y repletos de buen gusto.

En Mami Recetas queremos descubrirte en qué consiste caramelizar dentro del mundo de la cocina. Por ello, a continuación analizaremos esta técnica para que sepas cuándo se puede realizar y cuál es el mejor procedimiento para ello. ¡Saca a relucir al chef que llevas dentro!

Caramelizar: definición en la cocina

Cuando hablamos de caramelizar lo que estamos indicando es que cocinamos el azúcar con fuego y, por tanto, lo convertimos en caramelo. Se trata de un procedimiento culinario que manipula un ingrediente inicial (el azúcar) para conseguir una textura diferente y un sabor más intenso.




La caramelización se suele usar, sobre todo, en recetas de dulces y repostería. Normalmente, lo que se hace es cocinar una receta que tenga contenido en azúcar para que, así, se pueda conseguir un sabor mucho más dulce y una textura diferente.

Pero no solo en el ámbito de la pastelería se puede caramelizar sino que, también, se puede incluir esta técnica en otros platos de la cocina tradicional. Por ejemplo, se puede caramelizar una receta de carne consiguiendo que el jugo de la carne consiga una textura más jugosa y espesa. Otro de los ingredientes más propensos a caramelizarse es la cebolla y se puede incluir en múltiples platos como sofritos, ensaladas, bocadillos, etcétera.

¿Cómo se hace la caramelización?

Para hacer una buena caramelización se necesita, únicamente, que se ponga a calentar azúcar con un poco de agua. Esta es la receta básica con la que se obtiene el caramelo, sin embargo, también se puede optar por sustituir el agua por la mantequilla y, así, conseguir una salsa más gustosa y deliciosa.

Deberás derretir esta mezcla a fuego medio sin remover el azúcar. Lo que buscamos es que cristalice y que, por tanto, caramelice. Verás que, con el paso de los minutos, el azúcar se torna de un color más dorado o anaranjado y es entonces cuando ya está casi listo.

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