Cómo evitar los grumos en la bechamel

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La bechamel la podemos usar por una gran variedad de recetas como, por ejemplo, nuestros canelones caseros o, también, unas ricas croquetas. Sin embargo, cocinar esta salsa no siempre resulta sencillo y, muchas veces, podemos encontrarnos con grumos que terminan afectando a su sabor.

En Mami Recetas queremos ayudarte a aprender a cocinar a la perfección. Por eso, en este artículo te descubriremos cómo evitar los grumos en la bechamel. Sigue nuestros consejos y conseguirás crear un plato delicioso, suave ¡y riquísimo!

Trucos para evitar los grumos en la bechamel

La bechamel es una de las salsas más tradicionales en la gastronomía casera. Es fácil y rápida de hacer pero, en ocasiones, puede complicarnos mucho la vida... Sobre todo cuando aparecen grumos, una situación muy habitual en esta preparación culinaria y que trae auténticos quebraderos de cabeza a los más cocinitas.

Para poder hacer una buena bechamel tan solo necesitas tres ingredientes básicos: harina, mantequilla y leche. Por tanto, a simple vista puede parecernos una receta sencilla de hacer. Pero para que el resultado quede tal y como esperamos, tenemos que tener en cuenta una serie de consejos y pasos que te ayudarán.

A continuación, te descubrimos cómo evitar los grumos en la bechamel, la situación más común y más desesperante que puede tener lugar cuando estés cocinando esta salsa. ¡Toma nota de nuestros consejos!

Haz una roux para evitar los grumos en la bechamel

Si quieres que tu salsa te quede espectacular, tienes que hacer una roux. Es decir, tienes que empezar tu receta derritiendo la mantequilla en una olla a fuego suave y, después, añadir la harina (que deberá estar tamizada previamente). Una vez lo tengas todo unido al fuego, tendrás que ir removiendo de forma constante hasta que veas que la harina está ligeramente tostada.

Llegados a este punto, deberás apartar el cazo del fuego y añadir la leche, que deberá estar calentada. Remueve con fuerza e insistencia hasta que veas que se ha disuelto completamente. Solo entonces, volverás a poner el cazo en el fuego y dejar que la salsa hierva y se vaya espesando poco a poco.




Apaga el fuego cuando consigas la textura de la bechamel que estás buscando: si quieres unas croquetas, deberás esperar a que la salsa esté un pelín más espesa. En cambio, si quieres la bechamel para una lasaña o canelones, tienes que procurar que esté más líquida.

¿Por qué aparecen grumos en la bechamel?

Para que puedas evitar los grumos en la bechamel es importante saber los condicionantes que producen esta situación. Aquí te descubrimos las causas más habituales de que te aparezcan los grumos:

  • La leche estaba fría: cuando agregues la leche a la receta es imprescindible que esté caliente, de lo contrario, pueden aparecer estos grumos
  • No has añadido suficiente mantequilla 
  • No has removido durante la cocción: ir removiendo es esencial para evitar que te aparezcan grumos que estropeen la salsa
  • La mantequilla no estaba deshecha: es importante que, antes de añadir la harina a la mezcla, esperes a que la mantequilla se deshaga
  • No has tamizado la harina: para que la receta te quede suave y uniforme es básico que la harina esté tamizada previamente, solo así, desharás los grumos.

¿Qué hacer si ya tienes grumos en la bechamel?

Puede ser que hayas venido a consultar este artículo porque, al haber preparado la receta, ya te has encontrado con la aparición de grumos. En estos casos, lo mejor es que uses la salsa tal cual. También puedes optar por una opción rápida y fácil: pasa la salsa por la batidora y le quitarás todos los grumos que puedan haber.

Una alternativa, si tienes tiempo y ganas, sería volver a hacer la receta y tener en cuenta todas las causas que pueden provocar la aparición de grumos. Pero, si no te apetece, puedes usar la bechamel tal cual y tomar nota para las futuras ocasiones.

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