Los rebozados no suelen entrar nunca dentro del ranking de comida más sana del mundo porque un rebozado implica que el producto va frito a altas temperaturas, con lo que pierde propiedades y suma muchas calorías. Sin embargo, como todo, para variar el menú y comer algo distinto de vez en cuando, o para hacer un día que se tenga prisa es una comida muy sabrosa y rápida.

El rebozado tradicional está compuesto de huevo y harina o pan rallado, el huevo tiene la finalidad de actuar como una especie de “pegamento” de la cobertura, que al freír le dará ese toque crujiente que resulta tan agradable en la boca. Un San Jacobo, un filete empanado o unas croquetas pueden hacerse con el mismo tipo de rebozado. ¿Pero qué pasa si nos hemos quedado sin huevos, o si nos da rabia tener que utilizar un huevo entero, cuando sabemos que vamos a perder más de la mitad? ¿Qué pasa si eres alérgicos al gluten o alguno de los componentes del huevo?

Pues como para todo, hay soluciones y diferentes tipos de rebozado que además pueden aportar un plus de originalidad a nuestro plato. Además, también existen otras muchas recetas para celíacos con las que disfrutar a diario de la cocina.

¿Cómo sustituir el huevo para rebozar?

Aunque parezca complicado, son varias las formas que podemos utilizar para realizar rebozados sin necesidad de utilizar el huevo. Aquí te presentamos las más sencillas y utilizadas:

1. No usar nada. Esta opción no le gusta a mucha gente, pero es cierto que hay determinados tipos de alimentos, como por ejemplo las croquetas, que tienen el suficiente grado de viscosidad como para que el pan rallado o la harina se adhieran sin problemas y nos permitan freírlos, es cierto que perderemos un poco de crujiente, pero tranquilos nunca se empieza por la mejor opción.
2. Utilizar una masa muy fina de harina de garbanzo y agua. Para los que no lo hayáis utilizado nunca os puede parecer extraño, pero si os animáis os sorprenderá el resultado. Utilizando cucharada y media de harina de garbanzo mezclada con dos cucharadas de agua fría y una pizca de sal en el caso de que nos guste un poco más sabroso. Esta mezcla funciona muy bien con la carne, por ejemplo para rebozar un filete de ternera, con un papel secante le quitamos la humedad, lo pasamos por harina o pan rallado y eliminamos el sobrante y después lo pasamos por la mezcla de harina de garbanzo y agua. Dejamos reposar un minuto, lo freiremos en aceite abundante y listo nuestro filete rebozado sin huevo. La harina de garbanzo se suele utilizar en muchas de las recetas indias que conocemos en cocina.
3. La diversidad de productos en el mercado cada vez es mayor así que podemos encontrar harinas directamente especializadas para rebozar sin huevo, se trata de una mezcla de harinas, normalmente de trigo y arroz a la que se añade agua y sin más ya se puede utilizar para rebozar.
4. También existen productos especializados en el mercado directamente para sustituir al huevo, muy prácticos para las personas que siguen una alimentación vegana, como por ejemplo el sustituto de huevo no-egg, al igual que en el resto de casos se mezcla con un poco de agua hasta conseguir una pasta del espesor suficiente
5. Por último tenemos la opción de utilizar líquidos como leche, zumo de naranja o zumo de limón, en este caso lo que buscamos es aportar un poco de humedad para conseguir que el pan rallado se adhiera con más facilidad. Además, en el caso de utilizar zumos cítricos le aportaremos un toque original de sabor, eso sí tendremos que elegir bien el alimento con el que queremos experimentar. Como idea hay a quien le gusta mucho un toque cítrico en la carne de pollo, así que podríamos probar a empanar de este modo unas pechugas de pollo.

Como veis existen los rebozados más allá del huevo. En la cocina siempre se puede experimentar con nuevos productos para obtener nuevos sabores, texturas y resultados. Lo mismo ocurre con otros productos fundamental como el aceite. ¿Sabías que existen muy buenas alternativas para cocinar sin aceite? Descúbrelas y revoluciona tu forma de cocinar.